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Programa “Inglés sin límites” aporta herramientas para la vida a escolares del medio rural de Paysandú

Como en un retrato, con una vista infinita de pastizales verdes que se extendía hasta el horizonte ondulado y donde solo las aves y la brisa acompañan este ermitaño y cálido lugar, yace la escuela rural N.°9 “Colonia Paysandú”, que recibe a diario a siete estudiantes que participan del programa “Inglés Sin Límites”.

Entre vacas y caballos a lo lejos, y apenas algunas casas, la escuela se ubica a 21 kilómetros del centro de la ciudad sanducera, donde Delfina, Juan David, Ana Lucía, Geremías, Isabella, Julieta y Silvia comparten el aula multinivel, desde inicial hasta sexto año.


Los niños que son de la zona, asisten de 10 a 15 horas donde, además, almuerzan allí con productos de la huerta que cultivan y cosechan los alimentos que consumen.

“Tenemos un programa de alimentación escolar que es por el que nos guiamos para cocinar junto al equipo que ya está consolidado en la escuela; somos la otra maestra, la auxiliar y yo”, expresó la maestra directora Nair Rivas.

El programa “Inglés Sin Límites” universaliza la enseñanza de este idioma a partir de cuarto año de educación primaria. Alcanza a las escuelas urbanas a través de la presencialidad y de educación remota en el caso de centros rurales.


“Nosotros tenemos una madrina hace cuatro años, se llama Sol Slinger, es uruguaya y reside en Holanda”, explicó Rivas, que es quien da las clases de Inglés de forma virtual una vez por semana y que además, visitó el año pasado la escuela para conocer a los alumnos en persona.

“Siempre partimos de la motivación del niño”, aseguró y contó que cuando llegó la propuesta, “ellos quedaron encantados, a pesar de que tuvieron un poco de temor a lo desconocido, ya que en el ámbito rural no se maneja tanto el inglés, yo también tenía cierto temor porque mi conocimiento era básico, es una herramienta para la vida”.

Rivas contó que esa barrera fue superada gracias a que la madrina logró proponer juegos para acercar el idioma de manera lúdica y también colaborativa con las maestras. “Ya somos como una familia numerosa. Les voy tomando un cariño particular a cada uno porque nos cuentan cosas y se establece un vínculo personal. Hay una afinidad que se siente y se nota”, señaló.

En este sentido, el director de Políticas Lingüísticas de la Administración Nacional de Educación Pública, Aldo Rodríguez, acompañado de Barbara J. Hall y Justin Trullinger, especialistas en educación norteamericanos que estuvieron recorriendo el país invitados por la Embajada de Estados Unidos y la Comisión Fulbright, visitaron la escuela y conocieron de primera mano los proyectos de huerta, gallinero, las instalaciones y el programa de inglés, donde tuvieron la oportunidad de intercambiar con las niñas y niños en ese idioma.

“Lo más importante es que valoren los recursos con los que contamos, como este programa. Ellos ya se animan a un diálogo en inglés, me pone contenta y orgullosa que se desenvuelvan en este idioma”, finalizó.