La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) participó del Acto de premiación del Concurso de Educación Solidaria 2024, organizado por el Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario sede Uruguay. Siete proyectos finalistas fueron reconocidos por su solidaridad y aporte a la construcción de una sociedad mejor.
Este año el concurso concitó la participación de veinticinco propuestas solidarias en total, que se desenvolvieron en el ámbito educativo.
Durante la apertura, Aline Monetta, de la Dirección Sectorial de Integración Educativa de ANEP, destacó la participación y el aporte de todos los niños, niñas y jóvenes que participaron del concurso. “Nos deja una gran satisfacción haber evaluado sus trabajos, es de un valor altísimo su trabajo”.
Por su parte, Silvia Trías de la Dirección Nacional de Educación del Ministerio de Educación y Cultura, reflexionó: “Cómo puede salir algo mal en donde están implicadas las palabras aprendizaje y solidaridad. ¡Continúen por este camino!”.
Lucila Leis de CLAYSS expresó: “Estoy emocionada y hoy vine a festejar porque llevamos la doceava edición. Hemos evaluado a finalistas donde el aprendizaje en servicio está muy presente, prácticamente institucionalizado”.
Proyectos premiados
“Efecto Colillas”
Escuela Técnica de Vergara (Treinta y Tres): Un grupo de 12 alumnos del Programa RUMBO de UTU motivados por sus docentes, investigaron los efectos nocivos para el ambiente de la presencia de colillas de cigarrillos en los espacios públicos. A partir de allí elaboraron material informativo para concientizar a la comunidad acerca de la situación y crearon colilleros que ubicaron en paradas de ómnibus, plazas y oficinas públicas. La limpieza de los recipientes la realizan los vecinos y los residuos se entregan a un grupo emprendedor que tiene una huerta y recicla las colillas para fabricar pesticidas.
“Cazadores de Libros”
Liceo “José Alonso y Trelles” de Tala (Canelones): El proyecto destaca la campaña de recolección de libros que moviliza a toda la comunidad, fortaleciendo los lazos a través de una biblioteca itinerante que rota en diversas instituciones educativas, en particular, en centros educativos rurales. También impusieron un ritual del Liceo, con “El Tala Siembra Libros”, desarrollado en el cambio de cada estación. La propuesta fomenta la interacción social, propicia la unión de la comunidad y facilita el acceso a la cultura lectora con una propuesta intergeneracional.
“Huella Violeta”
Escuela Nº 88 Las Violetas (Canelones): Los alumnos de 6° año, orientados y guiados por su maestro, decidieron actuar para reducir su huella de carbono. A partir de allí, los escolares diseñaron encuestas, mantuvieron conversaciones con los compañeros de otros grados, realizaron talleres de concientización con las familias, analizaron los resultados y diseñaron un cronograma de actividades. En el proceso, impulsaron diversas actividades para reflexionar sobre la necesidad de cambiar los hábitos perjudiciales para el ambiente.
“Tendiendo redes en la comunidad”
IFD San José: Este proyecto estuvo orientado a solucionar las dificultades que enfrentan algunos estudiantes de la escuela Nº 1 en el desarrollo del lenguaje oral, que limitan sus oportunidades de progreso académico y social. La iniciativa apuntó a mitigar esta problemática, ofreciendo y promoviendo el desarrollo integral de los estudiantes y, a su vez, a contribuir a las prácticas profesionales de los estudiantes de Magisterio y Fonoaudiología.
“En mi barrio hay…”
Centro Educativo Providencia: El proyecto fue llevado adelante por un grupo de niñas y niños de 10 años pertenecientes a un club de niños barrial. Guiados por sus docentes, comenzaron por investigar qué otros sitios como clubes sociales, deportivos y culturales ofrecían actividades gratuitas fuera del horario escolar.
“Pedagogía en contextos de encierro”
CERP del Sur (Canelones): Este proyecto se centró en actividades de intercambio educativo y expresivo con adolescentes de la Colonia Berro, emprendido por estudiantes y docentes del CeRP, que llevan adelante desde el 2017 en varias unidades del INR con personas privadas de libertad. Se implementaron talleres de permacultura, construcción en barro, soberanía alimentaria, género, artesanía, inclusión social, teatro y candombe. Además de desarrollar habilidades, estos talleres promovieron la reflexión y el empoderamiento de los participantes.
“Aprendiendo puertas afuera”
INISA Centro Ituzaingó (Canelones): Un grupo de adolescentes promovió acciones para beneficio de la comunidad, interactuando con centros de atención a personas vulnerables y con necesidades especiales. Primero realizaron talleres de artesanías, cocina, corte y confección, pinturas y música, con el apoyo de técnicos y docentes. A partir de esa etapa de aprendizaje, planificaron las acciones que desarrollarían en una escuela especial, una escuela de contexto crítico y una residencia para mujeres adultas mayores. Los jóvenes participaron de jornadas de intercambio y recreativas en las que volcaron lo aprendido y al mismo tiempo tuvieron la oportunidad de promover la solidaridad y comenzar a caminar por el camino de la reinserción.
La iniciativa también fue apoyada por el MEC, Inisa, Anong, Unesco Montevideo, OEI, Unicef, INR y El Chajá.