Una de las áreas imprescindibles para abordar el ejercicio de los Derechos Humanos es la participación. Participación plena entendida como un derecho que favorece la práctica de otros derechos. Aportar una visión pedagógica en clave de derechos requiere desarrollar estrategias de sensibilización, visibilidad y acción, así como la conceptualización y reflexión necesaria para sustentar una práctica profundamente dialógica.
Es así que desde el área Convivencia y Participación de la ANEP estamos implementando un proyecto de participación comunitaria focalizando la experiencia en algunos centros educativos de Educación Media Básica de la zona metropolitana, con el fin de generar una muestra de las posibles dinámicas a utilizar para fortalecer el tejido social de la comunidad educativa con eje en Derechos Humanos.
En el entendido de que como decía José Luis Rebellato “una actitud ética fundamental es: poner en disensión lo que nadie discute. Lo que, quizá, ni nosotros mismos discutimos. Romper con lo aparentemente normal.”, esta propuesta sostiene una mirada para construir otras nuevas más integradoras, colectivas y necesariamente transformadoras.
El proyecto tiene como finalidad atender las diversas perspectivas para acordar procesos colectivos y generar cambios a través del diálogo y el reconocimiento de la palabra como un valor para el hacer. La palabra como construcción desde la diversidad y el encuentro. Una polifonía que surja de los disensos para encontrar consensos. Una voz que sea muchas y reconozca las necesidades de todos y no solo de las mayorías. Una experiencia democrática donde prime el estar todos y el estar juntos considerando las diferencias.
Objetivos:
1. Promover la participación activa de la comunidad educativa con el fin de fortalecer los lazos identitarios
2. Desarrollar acciones tendientes al disfrute y al compromiso de espacios públicos y colectivos
3. Favorecer el reconocimiento del accionar conjunto en la implementación de transformaciones tangibles al bien común.