El edificio, durante muchos años, vio partir innumerables ilusiones hacia la capital del país, procurando formación profesional para enfrentar los desafíos de la peripecia cotidiana. Hoy, ese mismo edificio cobija nuevas ilusiones de jóvenes, quienes encuentran -en su lugar- posibilidades ciertas de capacitación para construir y realizar su vida en el futuro.