En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, celebrado cada 12 de junio, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) se suma a los esfuerzos por generar conciencia e impulsar la toma de acciones para revertir una realidad que afecta a alrededor de 160 millones de niños y niñas en todo el mundo.
De acuerdo a UNICEF, “el trabajo infantil hace referencia a situaciones y condiciones peligrosas, para las que niñas y niños son muy pequeños, privándolos de su infancia y exponiéndolos a condiciones extremadamente difíciles. En esencia, implica que la infancia realice trabajos en condiciones inapropiadas para su edad, que dañan su salud, moralidad y seguridad, lo que además les impide disfrutar de su derecho a la educación, al juego y a una vida saludable y digna”.
Muchos niños en todo el mundo participan en formas de trabajo remuneradas y no remuneradas que no son perjudiciales para ellos. Sin embargo, se consideran niños trabajadores cuando son demasiado jóvenes para trabajar o participan en actividades peligrosas que pueden comprometer su desarrollo físico, mental, social o educativo. En los países menos adelantados, algo más de uno de cada cuatro niños (de 5 a 17 años) realiza trabajos que se consideran perjudiciales para su salud y desarrollo.