Usted está aquí

La modélica escuela uruguaya Artigas, en Paraguay, cumple 99 años y lo festeja en tres días

Publicado: 
28/04/2023

 

 

Inaugurada el 28 de abril de 1924, la escuela pública Artigas es uruguaya, sigue el modelo pedagógico de nuestro país, pero funciona en Asunción, la capital de Paraguay, en el predio donde el prócer oriental vivió sus últimos días. Y es modelo educativo en ese país.

La escuela tiene dos nombres: para el Estado de Paraguay se llama “escuela básica N° 1161 privada subvencionada”. Para Uruguay, por ley, se llama “escuela pública Artigas”. Los paraguayos entienden que es privada, porque la administración del centro educativo corresponde a Uruguay. Y los padres deben pagar una cuota voluntaria para su mantenimiento, nunca obligatoria, aunque la colaboración monetaria es la norma.

Para Uruguay es una escuela pública más, con los mismos preceptos varelianos de todas las que están en el territorio nacional: laica, gratuita y obligatoria. Y ahora también, procesando la transformación educativa implementada aquí.

María José Volpe, una sanducera de 57 años, es directora de la escuela Artigas en la capital paraguaya desde febrero de 2021. Vive en la misma escuela que dirige, en el barrio Santísima Trinidad, uno de los barrios más históricos de Asunción, a donde llegan familias de distintas partes de la ciudad.

Pero, ¿por qué funciona una escuela uruguaya, con el modelo y la currícula de nuestro país, en Paraguay? “Lo primero que hay que señalar es el vínculo entre los dos países, que viene de la época de la revolución. Desde la lucha por la independencia mantienen un vínculo estrecho. De ahí viene la decisión de (José) Artigas de venirse para acá, por la relación con este país”, explicó Volpe, desde Asunción.

Artigas llegó en 1820 al país vecino y permaneció durante 30 años, hasta su deceso en 1850. Al llegar fue recluido en el Convento de la Merced por el entonces presidente paraguayo Gaspar Rodríguez de Francia, y después lo trasladó a la localidad de Curuguaty, a 400 kilómetros de la capital. Allí, Artigas vivió durante 25 años.

“Ya cuando era más viejito, él hizo amistad con el presidente Carlos Antonio López, quien decide traerlo a la zona donde hoy está la escuela, que en aquel momento se llamaba Ibiray, lo que hoy es el Jardín Botánico. Aquel predio, que hoy conforman el Jardín Botánico y la escuela, era llamado La Quinta de López, el presidente. Era de su propiedad”, contó la docente uruguaya. Allí, López le construyó un ranchito, donde Artigas vivió sus últimos cinco años de vida, hasta fallecer a los 86.

“Donde está ahora la escuela es donde Artigas terminó sus días. Acá se encuentra el ibirapitá, el que se conoce como árbol de Artigas. Bajo ese árbol él se sentaba a tomar mate, a leer, a enseñar catequesis y a alfabetizar a los niños de la zona”, evocó la directora de la escuela. El predio cuenta con cuatro hectáreas, y “el árbol de Artigas” es una visita ineludible para los visitantes.

Hay un segundo motivo para el emplazamiento de esta escuela uruguaya en ese lugar geográfico. Después de la ignominiosa Guerra de la Triple Alianza (1864-1869), en que las fuerzas armadas de Argentina, Brasil y Uruguay se unieron para combatir a Paraguay, en 1885, el gobierno oriental de Máximo Santos tuvo el gesto de devolverle a Paraguay los trofeos de guerra arrebatados y le condonó deudas.

Pues bien, en 1903, el presidente paraguayo Juan Antonio Escurra, decidió retribuir el gesto fraterno de Uruguay con otro. Y le donó el solar donde Artigas había vivido su último lustro de vida al gobierno uruguayo, dado su valor histórico. Fueron los colorados Baltasar Brum y Héctor Miranda quienes convencieron al ministro de Industria, Eduardo Acevedo, de la importancia de construir una escuela pública uruguaya en ese predio. Y ésta abrió sus puertas el 28 de abril de 1924, hace 99 años.

230428_02.jpg

¿Cómo se explica el éxito de la escuela?

La escuela tiene ocho docentes (de niveles 4 y 5, más las de 1°, 2°, 3°, 4°, 5° y 6°) y Volpe, la directora. Todas se presentaron a llamados a concurso para trabajar en esta escuela uruguaya en el exterior, y los ganaron.

Desde 2017, la escuela es subvencionada por el Ministerio de Educación y Ciencias de Paraguay. Las autoridades de este ministerio suelen visitar el centro educativo, y se retiran maravillados por la propuesta pedagógica uruguaya.

¿Pero cómo operan las maestras uruguayas? ¿Enseñan la currícula uruguaya o la paraguaya? Ambas. O como explica la directora, “es un ensamble, un entramado”, sobre todo en el caso de Historia y Geografía.

“Acá se celebran las fiestas patrias de Uruguay y de Paraguay, se cantan los himnos de los dos países. Es parte de la identidad de la escuela. Los padres que mandan a sus hijos acá ya saben que acá se enseña la historia de Uruguay, pero también la de Paraguay, o la geografía de uno y otro país. Lo mismo con la danza, la cultura, todo es un ida y vuelta”, grafica. Es lo que se podría denominar una escuela binacional.

“Nosotros tenemos los contenidos (ahora también las competencias) de los dos países. Si una maestra da la revolución libertadora de Uruguay, también da cómo se gestó la independencia de Paraguay. O la hidrografia, o la división política de cada país. Todo distribuido en los grados, de manera que cuando el niño recorrió todo el ciclo escolar, pueda haber aprendido todo sobre los dos países”, explica Volpe.

Los niños aprenden como segundo idioma el guaraní, pero también estudian inglés, gracias al Plan Ceibal. Las matemáticas son iguales, pero si hay contenidos en la currícula paraguaya que no esté previsto en la malla uruguaya, se incorpora.

La directora dijo que la escuela también está transitando la transformación educativa, vigente en Uruguay. “Acá nosotros ya teníamos una aproximación, porque la currícula paraguaya ya estaba por competencias. Y nosotros tenemos que conocerlas y manejarlas para hacer ese entramado del que hablé”, dijo la directora de la escuela.

¿Por qué la escuela es reconocida y valorada en Paraguay? “Uno se da cuenta que la sociedad (asunceña) valora y aprecia la figura de Artigas. Y de la mano de eso viene el reconocimiento a la escuela. Desde sus orígenes, la escuela fue muy reconocida, por la propuesta educativa y el plan que desarrollamos. Lo valoran. Ellos manifiestan que los alumnos de la escuela Artigas reúnen fortalezas y preparación que no siempre se consigue en las escuelas paraguayas”, contó orgullosa Volpe.

Entre otras cosas, la herramienta del Plan Ceibal dotó a esta escuela de un prestigio aún mayor del que ya gozaba. Esto incluye el pensamiento computacional y el idioma inglés como asignatura. Si bien en esta escuela no hay una computadora por niño, y no se la pueden llevar al hogar, hay unas cuántas laptops en una sala virtual, donde tienen materias por videoconferencia, y otras para uso en el aula”.

“Acá se da algo muy interesante”, acotó la directora. “Vienen generaciones enteras de familias. Vinieron los abuelos, después los hijos y ahora vienen los nietos”, agregó. Si bien no tienen lista de espera, es una escuela con alta demanda.

230428_03.jpg

(Casi) 100 no se cumplen todos los días

“Acá en Paraguay son de festejos largos, como fiesta de gitanos”, bromeó la directora oriunda de Paysandú. La fiesta de los 99 años de la escuela Artigas tendrá tres etapas. El (viernes) 28 de abril se festejará con los niños, durante todo el horario escolar (de 7.30 a 11.30, no hay turno tarde). “Vamos a bailar, cantar, comer rico, habrá una torta de cumpleaños con las banderas de Uruguay y Paraguay y a cantar la canción de la escuela, que compuso la maestra salteña Bettina Álvez”, comentó.

El jueves 4 de mayo será el segundo día de festejos. La escuela abrirá sus puertas para invitar a las familias y la comunidad toda a recorrer el predio, con visita guiada por los sitios emblemáticos del centro escolar, donde conocerán el ibirapitá bajo el que descansaba Artigas, el salón Ansina y los dos museos que la escuela tiene.

El viernes 5 terminarán las celebraciones con un festival de artistas uruguayos que viven en Paraguay. Habrá músicos, grupos de danza, tocará la Banda Policial y actuarán los propios alumnos, recordando tradiciones uruguayas y paraguayas.

Por cierto, una comisión de festejos ya está trabajando con el objetivo de planificar la celebración del centenario de la escuela uruguaya Artigas (en Paraguay). No es para menos.

Fuente: 
DGEIP