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Miles de niñas y niños jugaron y aprendieron en las Escuelas de Verano 2024
Niños, niñas, maestras, directoras, familias y autoridades de la educación se reunieron en la Escuela N° 171 “Dinamarca” de Empalme Nicolich (Canelones), para celebrar la finalización de la edición 2024 del Programa Escuelas de Verano. Quienes asistieron durante las vacaciones disfrutaron de juegos, paseos, deportes y actividades entre amigos.
Este año 153 escuelas públicas de todo el país recibieron a más de 11.000 niños y niñas en el Programa Escuelas de Verano.
La Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP) aportó 300 auxiliares y 280 profesores de educación física y de educación artística, además de docentes y directores. La inversión fue de 2,5 millones de pesos destinados al desayuno de los escolares y de 16 millones de pesos al almuerzo.
Durante el cierre, la presidenta de la Administración Nacional de Educación Pública, Virginia Cáceres, expresó: “Estamos reconfirmando el valor que las Escuelas de Verano tienen para toda la educación pública y el impacto positivo que imprimen en las familias, en la comunidad del barrio y en la vida de los estudiantes”.
Cáceres recordó que Verano Solidario se inició cuando el consejero Juan Gabito era presidente del Codicen hace 33 años, “lo que demuestra que hay cosas en las que nos ponemos de acuerdo, sentamos las bases y decimos: ese es el camino a recorrer”.
Por su parte, la directora general de Educación Inicial y Primaria, Olga de las Heras, agradeció a las familias que envían a sus hijos a las escuelas en verano y apoyan la propuesta. “Esta escuela en particular apuntó a atender a los niños de Educación Inicial del Jardín N° 293 y a cuatro escuelas más de la zona”, señaló.
Además de los aspectos recreativos, que incluyen juegos de distinto tipo, y de las salidas didácticas, de las Heras hizo énfasis en el importante apoyo que realizan los odontólogos en las instancias de cuidado bucal.
La directora de la Escuela N° 171, Silvia Frese, resaltó la calidad de las propuestas pensadas no solo con fines recreativos, sino sobre todo significativos. También destacó las actividades lúdicas, los paseos, el apoyo de la comunidad y la calidad de los profesores que participaron.
El encuentro concluyó con actuaciones a cargo de los escolares en las que bailaron y cantaron. Luego, inspirados en la huerta en la que trabajaron durante el verano, dieron las pinceladas finales a un mural que presentaba la frase “Quizás no pueda cambiar el mundo, pero sí el pedacito que me toca”, acompañado de tomates y girasoles que evocan a los cultivados por ellos mismos en la escuela.